Redacción por: Brian
Abraham Peralta García (1,2), María Luisa Pérez Sánchez (1,2), alumnos de la
Licenciatura en Medicina de la FMBUAP, miembros del CUDIM (Comité
Universitario de Divulgación e Investigación Médica).
Asesor: Salvador Macías
Díaz (3, 4, 5).
Facultad de Medicina
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (1), Comité Universitario de
Divulgación Médica (2), Unidad Médica Onco-hematológica
(3), Instituto Mexicano del Seguro Social (4), Departamento de Oncología de la
Facultad de Medicina (5).
Breast cancer
is the most
common malignant neoplasm in the world and one of
the main causes of death in women.
Currently, breast cancer is classified
based on its molecular characteristics as:
luminal, human epidermal growth
factor receptor 2 expression, and triple negative.
Endocrine therapy with aromatase inhibitors is aimed at hormone
receptor-positive subtypes with
the aim of
reducing tumor burden; however, their use is associated with
musculoskeletal symptoms such as arthralgia, myalgia, joint stiffness and tendinopathy, besides to reducing bone mineral density. The presence
of these musculoskeletal symptoms is known as AI-associated musculoskeletal syndrome. In the present bibliographic review, a total of 14 systematic reviews were reviewed that
included statistics of clinical improvement
or significant decrease in SMAIA in patients with breast cancer,
among which the use of vitamin
D3, glucosamine, duloxetine,
diuretics, acid zoledronic acid and selective inhibitors of kinase
4 and 6. In addition to
non-pharmacological therapy
such as yoga, physical exercise and acupuncture. Mostly having a good response to treatment, reducing musculoskeletal symptoms.
Keywords: Cancer,
pain, interventions, breast cancer, management pharmacology, aromatase, oncology
A
nivel mundial, el cáncer de mama es la neoplasia maligna con más frecuencia y
una de las principales causas de muerte en mujeres. En la actualidad, por medio
de avances en biología molecular, el cáncer de mama se ha clasificado en tres
subtipos moleculares basados en su expresión génica: luminal (también conocidos
como positivos a receptores hormonales), sobreexpresión del receptor 2 del
factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) y triple negativo (es decir, que
no expresan receptores de estrógeno, progesterona ni HER2). La evolución
clínica de cada subtipo molecular del cáncer de mama es diferente y marca la
pauta para el tratamiento junto con otras características clinicopatológicas.
(Valle S., 2019). La terapia endocrina (TE) dirigida a los subtipos positivos a
receptores de estrógenos (HR+) puede administrarse sola o con otros
medicamentos, disminuyendo la carga tumoral y con un menor número de efectos
adversos a comparación de la quimioterapia.
(X ma, 2023).
La
aromatasa es una enzima del citocromo p450 codificada por el gen CYP19A1 que
convierte los andrógenos en estrógenos, específicamente la testosterona y la
androstenediona en estrógenos aromáticos, estradiol y estrona, respectivamente.
En el cáncer de mama HR+, la aromatasa se sobreexpresa
con frecuencia en las células endoteliales de la mama y el estroma circundante,
lo que conduce a la síntesis local de estrógeno dentro del microambiente del
tumor, estimulando así el crecimiento del cáncer a través de la activación del
receptor de estrógeno. (Hyder T. 2021). Bajo esta premisa se entiende la
importancia de los fármacos inhibidores de la aromatasa (IA), siendo de
importancia para la estabilización de la enfermedad o bien, como medida
paliativa.
En
la actualidad, existen tres IA en la práctica común, anastrozol
y letrozol son IA no esteroideos que inhiben competitivamente la aromatasa,
mientras que el exemestano es un IA esteroideo que se une e inhibe
irreversiblemente la aromatasa. Si bien generalmente se considera que tienen un
perfil de efectos secundarios bien tolerado, sin embargo, se ha reconocido que
los IA causan síntomas musculoesqueléticos que resultan en una disminución de
la calidad de vida y una interrupción frecuente del tratamiento. Los síntomas
musculoesqueléticos de los IA que se han descrito incluyen artralgias,
mialgias, rigidez de las articulaciones y tendinopatía. Además, los IA parecen
aumentar la disminución de la densidad mineral ósea, principalmente en mujeres
que se encuentran en menopausia. La presencia de estos síntomas
musculoesqueléticos se conoce como síndrome musculoesquelético asociado a IA
(SMAIA). (Hyder T. 2021).
Inhibidores de la aromatasa
Los
IA son un componente clave en la quimioprevención y
el tratamiento del cáncer de mama con HR+. En el cáncer de mama HR+, la
aromatasa se sobreexpresa con frecuencia en las células
endoteliales de la mama y el estroma circundante, lo que conduce a la síntesis
local de estrógeno dentro del microambiente del tumor, estimulando así el
crecimiento del cáncer a través de la activación del receptor de estrógeno.
El
SMAIA consiste en dolor y
rigidez articular simétricos que afectan
frecuentemente a manos, muñecas, rodillas, tobillos y
hombros, pero también pueden afectarse
articulaciones centrales, dicho síndrome
puede iniciar en promedio a las 6 semanas con síntomas máximos a los 6 meses. La principal
consecuencia de dicho síndrome es la interrupción del tratamiento temprano con
IA en el 20-30% de los pacientes. (Hyder T., 2021)
Aunque
no existen criterios clínicos ampliamente aceptados para SMAIA, una revisión
bibliográfica de Hyder T. (2020), propuso que se requiere que los pacientes
cumplan con todos los criterios principales y al menos tres criterios menores.
Dentro de los criterios menores se encuentran criterios principales y criterios
menores:
-
Dentro
de los criterios principales se mencionan: Pacientes actualmente tomando
terapia de IA, dolor en las articulaciones que ha aparecido o empeorado desde
el inicio de la terapia con IA, el dolor articular mejora o se resuelve dentro
de las 2 semanas posteriores a la interrupción del tratamiento con IA, el dolor
en las articulaciones vuelve al reanudar la IA.
-
Los
criterios menores, por su parte, son: Dolores articulares simétricos, dolor en
manos y/o muñecas, síndrome del túnel carpiano, disminución de la fuerza de
agarre, rigidez matutina, mejora de las molestias articulares con el uso o
ejercicio.
El
propósito del presente artículo es analizar y describir aspectos básicos en el
manejo farmacológico del dolor en pacientes con cáncer de mama tratados con inhibidores
de la aromatasa con base en una revisión de artículos científicos publicados en
la última década en inglés y español, utilizando la base de datos médicos
PubMed, con los siguientes términos de búsqueda “pain,
breast cancer, management pharmacology, aromatase, oncology” para poder
identificar estudios clínicos y de investigación transversales y longitudinales
retrospectivos y prospectivos. Se excluyeron comentarios, resúmenes, estudios
en animales, revisiones editoriales y estudios que reporten otra asociación no
relacionada con los objetivos principales del presente artículo. Los objetivos
fueron resumir la evidencia de los principales métodos terapéuticos e
intervenciones principales en pacientes con cáncer de mama con tratamiento con
IA.
Primero,
se identificaron revisiones sistemáticas de intervenciones para AIA mediante
una búsqueda en una base de datos electrónica y se realizó una recopilación de
evidencia para las intervenciones investigadas en dichas revisiones
sistemáticas, posteriormente, se realizaron búsquedas de cada revisión
sistemática y se realizó un metanálisis en una base
de datos para evaluar la efectividad, repeticiones de la intervención en dichos
estudios, principal remisión y causas de dicho dolor musculoesquelético en
pacientes con cáncer de mama.
La
búsqueda inicial de las publicaciones relacionadas con el presente estudio en
las bases de datos electrónica identificó cerca de 372 estudios potencialmente
relevantes. Después de ejecutar una revisión para eliminar las publicaciones
duplicadas y abstracts no relacionados con el
propósito, se examinaron de forma sistemática 270 artículos. Se revisó la
elegibilidad de 71 de los artículos con textos con acceso completo, entre los
que se incluyeron revisiones sistemáticas en donde se evaluaron intervenciones
farmacológicas y no farmacológicas o complementarias, entre las que se
incluyeron ensayos controlados aleatorios sobre acupuntura, ejercicio físico,
yoga y vendajes neuromusculares.
Un ensayo aleatorizado de
vitamina D3 para prevenir el empeoramiento de los síntomas musculoesqueléticos
en mujeres con cáncer de mama que reciben letrozol adyuvante publicado en el
año 2017 muestra que la suplementación con 30,000 UI de vitamina D3
semanalmente mejoran las reservas de vitamina D y muestran un beneficio parcial
de la sintomatología de SMAIA, sin embargo, no reduce su incidencia en las
pacientes tratadas con IA. (Khan et al, 2017). En otro estudio de fase II de un
solo grupo de pacientes tratados con vitamina B12 a una dosis de 2,500 mcg vía oral por 90 días para los síntomas de SMAIA, se
observó una disminución del dolor en un 34%, a su vez mejorando el impacto en
la calidad de vida, determinado por la Evaluación funcional de la terapia
contra el cáncer-síntomas endocrinos (FACT-ES). (Campbell et al, 2018).
Glucosamina a una dosis de
1,500 mg en conjunto con condroitina a 1,200 mg al día para tratar síntomas asociados
con SMAIA mostraron una mejoría parcial del 46% con base en los Criterios de
Respuesta del Comité Permanente de Ensayos Clínicos de la Sociedad Internacional de
Investigación de Osteoartritis (OMERACT-OARSI por sus siglas en inglés). (Greenlee et al, 2013).
Otros medicamentos
empleados en la terapéutica contra SMAIA, son los inhibidores de la recaptura
de la serotonina, específicamente la duloxetina. En
un estudio publicado en el año 2018 por Henry et al, en el que los pacientes
con SMAIA tomaron 30 mg de duloxetina por una semana
y posteriormente 60 mg por 11 semanas más, mostraron que >50% de los
pacientes obtuvieron una mejoría con respecto a los síntomas asociados a la
rigidez articular y el dolor. Cabe destacar que en
este estudio, los pacientes con sobrepeso y obesidad se vieron mayormente
beneficiados que los pacientes no obesos.
El papel de los diuréticos
para el tratamiento de los síntomas musculoesqueléticos inducidos por IA se
valoró en un estudio de 50 mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama con
receptores hormonales positivos en estadios I, II y III. En este estudio se
reportó una mejoría de los síntomas en 42 pacientes (84%) dentro de la primera
semana de tratamiento. (Alhannafy et al, 2018).
El ácido zoledrónico, medicamento perteneciente al grupo de los
bifosfonatos fue utilizado en un estudio fase II que evaluó su eficacia ante
síntomas SMAIA, encontrando que su administración previo
al inicio de los IA disminuyó la frecuencia de SMAIA (37% contra 67% del grupo
control). (Santa.Maria, 2018). En un estudio que
valoró el uso sulindaco 150 mg dos veces al día para
determinar sus efectos sobre el SMAIA a los 3, 6, 9 y 12 meses en 50 mujeres
posmenopáusicas con terapia de IA. Se encontró que a
los 12 meses, los pacientes informaron disminución en la rigidez y mejoría del
dolor, alcanzando una mejoría en la escala WOMAC (Escala para medir la calidad
de vida en pacientes con osteoporosis). (Martínez et al, 2022).
Skafida et. al. (2023) menciona la
importancia y reducción significativa del dolor del SMAIA mediante el empleo de
los inhibidores selectivos de las quinasas 4 y 6 dependientes de ciclinas
(CDK4/6) que cambiaron el entorno terapéutico en el que se informó una
reducción significativa de la artralgia en 13.2 a 68.7% de los pacientes que
recibieron IA para el cáncer de mama en etapa temprana, el dolor de huesos (5–28,7 % frente a 2,2–17,2
%), el dolor de espalda (2–13,4 % frente a 8–11,2 %) y la artritis (3,6–33,6 %
frente a 0,32 %).
En cuanto a los estudios en
los que se incluyó la terapia con Yoga el sesgo en los ensayos controlados
aleatorios es bajo, mientras que para la acupuntura se estadifica como eficaz
para reducir el dolor en los pacientes que se tratan con IA, pero
estadísticamente su nivel de confianza es bajo. (Kim, T. H, et al, 2018).
Además, en los diferentes estudios se incluye el ejercicio 150 minutos por
semana, en donde las puntuaciones de dolor articular disminuyeron en 1,6 puntos (disminución
del 29 %) en las mujeres asignadas al azar a hacer ejercicio, frente a un
aumento de 0,2 puntos (aumento del 3 %) en las mujeres asignadas al azar a la
atención habitual (diferencia, 1,8; IC del 95 %). (Ligibel
et. al., 2015)
El
SMAIA siendo una entidad clínica de alta complejidad caracterizada por dolor,
rigidez y discapacidad articular y muscular que limita el estilo de vida e
incluso afecta la calidad de vida de un paciente y por ello es importante
conocer y evaluar la efectividad clínica y de mejora con la coadyuvancia
farmacológica y no farmacológica para tratar los sintomas
musculoesqueleticos ocasionados por el uso de los
IA. Entendiendo que la principal
etiología que se relaciona con el SMAIA se debe principalmente a su efecto
sobre el estrógeno, el cual tiene efectos específicos de los tejidos sobre las
citocinas inflamatorias, por lo que la falta de estrógeno por el empleo de IA
puede provocar un aumento de la inflamación y una mayor nocicepción debido a la
inflamación.
En
los últimos años, se han mencionado diversas intervenciones en las pacientes
con cáncer de mama, entre los que se destacan más son el uso de la terapia
farmacológica, el uso de vitamina D, terapia complementaria en la que se
incluyen los estudios con la implementación de actividad física y la
acupuntura, sin embargo, es importante mencionar que el principal método de
elección en el tratamiento de los pacientes con SMAIA es la individualización y
manejo de cada paciente para mejorar los malestares musculoesqueléticos y así
disminuir la incidencia en la interrupción temprana del tratamiento con IA. En
el presente estudio de revisión, se reporta que el ácido zoledrónico
redujo la incidencia de SMAIA en un 37% , la
combinación de inhibidores de CDK4/6 con ET redujo el dolor de huesos en un
5-28%, el dolor de espalda en un 13.4% y la vitamina D3 tuvo disminución en un
55% de los síntomas a dosis de 30,000 UI en aquellos pacientes que recibieron
IA para el cáncer de mama en etapa temprana. Bajo esta perspectiva se debe
considerar dentro de las primeras opciones terapéuticas a la vitamina D3.
Con
respecto a la duloxetina estadísticamente mostró
mejoras significativas en el dolor promedio, el peor dolor y la interferencia
del dolor con 12 semanas de tratamiento, beneficiando principalmente a los
pacientes que padecían sobrepeso u obesidad. Esto es relevante porque la
obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de artralgias asociadas a la
IA, lo que puede conducir al abandono de la terapia con IA de manera temprana.
Sin embargo, pacientes no obesos informaron una mejoría menor en el dolor a
comparación de los pacientes con obesidad, por lo que, se podrían ver
beneficiados con otra alternativa a la duloxetina.
En
lo que compete a la terapéutica no farmacológica, el yoga, el ejercicio, la
acupuntura son una estrategia importante y bien reconocida para mejorar la
calidad de vida, sin embargo, no muestra cambios significativos, por lo que se
recomienda no se utilice como monoterapia y quedé como un coadyuvante al manejo
de SMAIA.
A
pesar de que para el presente estudio se realizó una base de datos para
identificar las principales intervenciones empleadas en pacientes con cáncer de
mama que se tratan con IA y que presentan SMAIA de revisiones retrospectivas y
de casos clínicos para así poder unificar la información y estadísticas de los
resultados, se tiene que mencionar que las principales limitaciones para la
investigación fue la revisión sistemática de artículos y publicaciones
relacionadas con el tema se limitaron a un cribado total de 270 artículos en
inglés y español, de los cuales solo 71 se asociaron más con el propósito del
presente estudio, en los que es importante mencionar que la evidencia y
significancia en los resultados de dichos artículos no se considera concluyente
o con una población representativa. Para determinar la efectividad clínica de
las principales opciones terapéuticas nos basamos en los resultados de 14
revisiones sistemáticas que incluían estadísticas de mejoría clínica o
disminución significativa del SMAIA en pacientes con cáncer de mama.
Los IA son de gran
importancia en la coadyuvancia para el tratamiento en mujeres con cáncer de
mama, sin embargo, el uso de estos medicamentos conlleva el desarrollo de
hipoestrogenismo que se asocia a los síntomas musculoesqueléticos al bloquear
la aromatasa, razón por la cual es fundamental tratar estos síntomas e
individualizar en cada paciente su manejo y evitar el abandonó de la
terapéutica con IA.
Con frecuencia el manejo de
los síntomas de SMAIA solo se enfocan en la terapéutica farmacológica, pero es
crucial implementar medidas no farmacológicas que le permitan a las pacientes
tener más opciones de fácil acceso, que puedan brindar un alivio a corto y
largo plazo.