Redacción por: Ariadna Hernández Pérez,
alumna de la Licenciatura en Medicina de la FMBUAP, miembro de CUDIM (Comité Universitario de Divulgación e
Investigación Médica).
Asesor: Dr. Juan Guillermo Enríquez
Marín.
Abstract
Wilms tumor is the most common kidney
tumor in children. His treatment includes chemotherapy and surgery. With a
5-year survival rate that has increased dramatically in the last 3 decades,
from 25% in the pre-chemotherapy era of the late 1960s and early 1970s, to 90%
in the 1990s. Alternative treatments are currently proposed such as
immunotherapy which are discussed in the following review.
Key words: wilms
tumor; immunotherapy; proton therapy
Introducción
El cáncer infantil es líder como causa
de muerte de niños alrededor del mundo. Los tipos de cáncer infantil más
prevalentes son: leucemia, tumores del Sistema Nervioso Central (SNC) y el
tumor de Wilms (TW). Este último siendo el tumor renal maligno más frecuente en
pediátricos. Las innovaciones actuales en el tratamiento se ponen en
perspectiva en el siguiente artículo.
Epidemiología
El tumor de Wilms o también llamado
nefroblastoma se considera el segundo cáncer intraabdominal más frecuente en la
edad pediátrica. Los pacientes que subyacen con anomalías congénitas como el
Síndrome de Denys-Drash, el Síndrome de Beckwith-Wiedemann tienen mayor riesgo
de presentar un nefroblastoma.
Gómez et al. (2019) menciona que el
intervalo de edad donde suele ser incidente es en niños de entre 2 y 5 años de
edad, frecuentemente (95%) recibiendo un diagnóstico antes de los 10 años de
edad. Se calcula que la incidencia anual del TW es de 1 por cada 10,000 niños
mundialmente a nivel mundial y se han registrado, se detectan hasta 500 casos
nuevos por año globalmente en el mundo. Tiene la misma frecuencia en niños que
en niñas.
Fisiopatología
El nefroblastoma resulta de la
proliferación del blastema metanefrítico con una anormalidad tubular y
glomerular en la diferenciación. Se sabe que este tumor surge de focos de
células metanéfricas persistentes denominados restos nefrogénicos o
nefroblastomatosis. Los restos nefrogénicos normalmente tienen regresión en
etapas tempranas de la infancia, estos restos están presentes en el 35% de los
pacientes con TW unilateral y en el 100% de los pacientes con enfermedad
bilateral.
El tumor de Wilms se ha relacionado con
pérdida de función o mutaciones de un gran número de supresores tumorales y
genes transcripcionales, en los cuales se incluyen: WT1, p53, FWT1 y FWT2.
La mayoría de estos tumores son
lesiones solitarias y sólo del 5-7% de los pacientes los padecen de forma
bilateral.
El tumor está rodeado de una
pseudocápsula, la cual ayuda a poder distinguirlo de otros tumores renales.
Está compuesto de tres células principales: células del blastema, células
estromales, y células epiteliales (Smith et al., 2023).
Cuadro clínico
Su forma de presentación es una masa
abdominal o proceso inflamatorio inflamación. Sin embargo, puede presentarse
acompañado de síntomas como: dolor abdominal (30-40%), hematuria (12-25%).
Una vez que se sospeche el tumor de
Wilms, la palpación abdominal debe ser cuidadosa debido a que puede causar una
ruptura de la cápsula renal. Esto puede resultar en un derrame tumoral que
aumenta el estadio del tumor y la necesidad de una terapia más intensiva. El
tumor de Wilms se asocia a síndromes y anomalías congénitas previamente
mencionadas, por lo que al examinar al paciente se debe incluir una evaluación
para asociar o descartar que esto suceda. Durante el examen físico hay que
buscar anomalías como lo es la aniridia, hemihipertrofia o alteraciones
genitourinarias.
Al examen físico se palpa una masa
firme, no distendida y lisa. Se ha reportado que un porcentaje menor de los
pacientes presenta hemorragia subcapsular y los predispone a un rápido
crecimiento abdominal, anemia, hipertensión y fiebre. Aunque la metástasis
principal es a los pulmones, los pacientes no suelen presentar síntomas
respiratorios (González et al., 2022).
Diagnóstico
El abordaje comienza con una historia
clínica completa, donde se debe hacer la búsqueda intencionada de uno de los
síndromes predisponentes para el TW o si hay algún antecedente familiar
relacionado. Al mismo tiempo, se debe realizar una exploración física completa
buscando signos de hemihipertrofia, malformaciones genitales y anormalidades
oculares.
Las pruebas deben incluir conteo
sanguíneo completo, panel metabólico, pruebas de función hepática, uroanálisis
y pruebas de coagulación.
Cuando el paciente presenta una masa
palpable, se debe emplear un ultrasonido renal, y realizar el diferencial para
una masa en el cuadrante superior, la cual debe ser amplia e incluir tumores
renales, hepáticos y suprarrenales. Se prefiere la resonancia magnética para
tumores bilaterales; los hallazgos a tener en cuenta incluyen trombo tumoral,
trombo ureteral, ganglio linfático agrandado y si hay alguna anomalía del riñón
contrario (Saltzman et al., 2023).
Estadios
El estadiaje del tumor de Wilms se basa
en la extensión anatómica del tumor. Esta no toma en cuenta factores externos
como genética ni histología. Al día de hoy existen dos sistemas: El National
Wilms Tumor Study, es el que se usa en Estados Unidos y Canadá y se basa en la
evaluación quirúrgica previo a administrar otros tratamientos como la
quimioterapia. El segundo es de la Sociedad Internacional de Oncología
Pediátrica, utilizado en Europa, se basa en una evaluación quirúrgica posterior
a la administración de quimioterapia (González et al., 2022).
Tabla 1. Sistema National Wilms Tumor Studies
Etapa
|
Características |
Etapa I |
Tumor
limitado al riñón. Se
reseca completamente con una cápsula intacta sin evidencia de afectación de
los vasos del seno renal o tumor en o más allá de los márgenes de la
resección. No
hay ruptura o biopsia previa. |
Etapa II |
El
tumor se extiende más allá del riñón, pero se reseca en su totalidad. Su
extensión incluye invasión del tejido blando del seno renal, o compromiso de
los vasos sanguíneos más allá del parénquima renal pero dentro de la muestra
resecada sin ruptura. |
Etapa III |
Posterior
a la cirugía, hay remanente tumoral, pero está limitado al abdomen. Ruptura o
biopsia del tumor. |
Etapa IV |
Existe
metástasis hematógena o en ganglios linfáticos más allá de la región
abdomino-pélvica. |
Etapa V |
Tumor
bilateral a la hora del diagnóstico. Cada
uno se clasifica por separado. |
Tabla 2. Estadiaje de la Sociedad Internacional de Oncología
Pediátrica
Etapa
|
Características |
Etapa 1 |
Tumor
es resecado en su totalidad y limitado al riñón o con una pseudocápsula
fibrosa. Se
puede encontrar en la cápsula renal, pelvis sin involucrar útero y vasos
intrarenales. No
hay evidencia de afectación de los vasos del seno renal o tumor en o más allá
de los márgenes de resección. |
Etapa 2 |
El
tumor se extiende más allá del riñón o la pseudocápsula fibrosa, pero se
reseca por completo sin evidencia de restos en los márgenes de resección o
más allá de ellos. La
infiltración tumoral que se reseca completamente puede involucrar el seno
renal, vasos sanguíneos o ganglios linfáticos. |
Etapa 3 |
Posterior
a la cirugía, quedan residuos de tumor, pero limitados al abdomen. |
Etapa 4 |
Metástasis
hematológica y en ganglios linfáticos más allá de la región abdominales-pélvica. |
Etapa 5 |
Tumor
bilateral a la hora del diagnóstico. |
Diagnóstico diferencial
Entre los diagnósticos diferenciales se
incluyen otros tumores renales, como el sarcoma de células claras de riñón que
es el segundo más común en la edad pediátrica siendo de peor pronóstico que el
tumor de Wilms. Este sarcoma tiene un peor pronóstico que el tumor de Wilms con
aumento en la recaída y mortalidad. El más fácil de diferenciar el
neuroblastoma, debido a que, en un ultrasonido, TAC o RM se distingue si es
tejido renal o no, sin embargo, siempre se requiere histología (González et
al., 2022).
Tratamiento
El protocolo del National Research
Group sobre el estudio del tumor de Wilms establece la resección quirúrgica
como tratamiento inicial para el nefroblastoma. En etapas I y II se realiza el
procedimiento quirúrgico y posteriormente se le dan 19 semanas de vincristina y
actinomicina.
Los pacientes pueden ser manejados sólo
con la nefrectomía parcial si cumplen los criterios de tumores de muy bajo
riesgo, los cuales son tener menos de 2 años, etapa I con histología favorable
y que el tumor pese menos de 550g. Si el paciente tiene marcadores moleculares
de alto riesgo, se le adiciona doxorrubicina como quimioterapéutico.
En etapa III, se le dan 25 semanas de
quimioterapia con vincristina, actinomicina y doxorubicina posterior a la
cirugía. En la etapa IV se trata igual que la III, pero si hay metástasis al
pulmón se administra radioterapia generalizada al lado afectado en caso de no
resolverse con el tratamiento inicial. En caso de niños con tumores bilaterales
que equivale a la etapa V, el objetivo es tratar ambos tumores conservando la
función renal, así que se inicia con terapia intensiva al diagnóstico para
reducir el tamaño de los tumores y luego se hace el procedimiento quirúrgico
(Smith et al., 2023).
Materiales y métodos
Se realizó una búsqueda en bases de
datos científicas como PubMed y UpToDate, utilizando como palabras de búsqueda
“Tumor de Wilms”, “Wilms tumor treatment”, “Wilms tumor therapy”, “Wilms tumor
epidemiology”, “Wilms tumor proton therapy”. Los criterios de inclusión fueron
(1) artículos en español e inglés, (2) artículos publicados después de 2018,
(3) estudios in silico, revisiones bibliográficas, artículos de reporte de
casos, ensayos clínicos, ensayos in vitro. Se examinaron 15 artículos de los
cuales se seleccionaron únicamente 7 para su análisis retrospectivo para este
artículo.
Resultados
Los avances en la terapia actual para
el tumor de Wilms son los siguientes:
Radioterapia de intensidad modulada
Ha permitido estrategias de protección
cardiaca cuando se administra radiación a todo el pulmón. El uso de esta
radioterapia preserva los tejidos normales aún con enfermedad metastásica (Kalapurakal et al., 2019).
Terapia de protones
La terapia de protones se ha
investigado in silico para preservar estructuras. En 2016 se publicó un estudio
en la revista Pediatric Blood & Cancer donde se reportan los resultados de
pacientes que fueron tratados con campos de fotones anterior-posterior-anterior
que abarcaba el volumen tumoral preoperatorio. Las dosis de prescripción fueron
de 1080 y 1200 cGy. Las conclusiones del estudio muestran que es un método
factible para irradiar el retroperitoneo y proporciona un ahorro significativo
de dosis para los órganos con riesgo a ser afectados por otras terapias. Se traduce en mejores resultados de salud a
largo plazo para los pacientes y justifica una mayor investigación clínica
(Pater et al., 2021).
Cirugía renal conservadora de nefronas
La realización de este procedimiento es
una necesidad en los niños que presentan TW bilateral y en los pacientes que
padecen la forma unilateral con riesgo elevado a desarrollar el tumor en el
órgano contralateral, así como en pacientes con insuficiencia renal. Los beneficios
de esta técnica son la prevención de la insuficiencia renal funcional. El
objetivo de esta técnica es conservar la mayor cantidad de tejido renal sano,
se suele usar la quimioterapia preoperatoria para cumplir este propósito (Theilen et al., 2022).
Conclusión
Los avances en el campo de abordaje han
tenido innovaciones como la terapia de protones o incluso la cirugía renal
conservadora de nefronas, terapéuticas que aún siguen en estudio para
estandarizar. A pesar de los grandes avances en el ámbito terapéutico para el
tumor de Wilms, la supervivencia en estadios graves es baja y no se ha
encontrado alguna base de tratamiento para reducir la mortalidad de uno de los
cánceres infantiles más frecuentes a nivel mundial.
Referencias bibliográficas